Garikoitz Arruarte Santacruz y Gorka Loran Lafourcade pasarán
mañana lunes a disposición judicial. El juez de la Audiencia
Nacional Guillermo Ruiz Polanco tomará declaración a los dos
etarras que trataron de sembrar el terror en Nochebuena e
investigará su posible relación con los atentados, aún por
esclarecer, cometidos por ETA este año en la Comunidad de
Navarra.
Según fuentes de la lucha antiterrorista, el interrogatorio que
efectuarán a los dos etarras el titular del Juzgado de Instrucción
Número 1 y el fiscal adscrito a estos asuntos, estará centrado en
los planes que tenían para Nochebuena. Su objetivo era hacer
estallar cuatro bombas, dos de ellas en la madrileña estación de
Chamartín y otras dos en la vía férrea.
Pero juez y fiscal también tratarán de averiguar si Arruarte y
Loran tienen alguna relación con las acciones que ETA ha cometido a
lo largo de 2003 y cuyos culpables todavía no se han encontrado. Se
trata del asesinato de dos policiales nacionales el pasado 30 de
mayo en Sangüesa, de la colocación de una bomba el 13 de julio en
el Hotel Maisonnave de Pamplona, así como el lanzamiento de
granadas contra el cuartel de Aizoáin.
La puesta a disposición judicial se ha retrasado a petición del
juez Ruiz Polanco, ya que uno de ellos, Arruarte, fue trasladado
hasta la localidad turolense de Samper de Calanda para ayudar a las
fuerzas de seguridad a localizar el cuarto artefacto explosivo que
pretendían utilizar el pasado miércoles.
Además de los cuatro explosivos que pretendían utilizar en
Nochebuena, Arruarte y Loran tenían detallada información para
cometer varios atentados de forma inminente en Navarra. Sus
objetivos eran los habituales en ETA: miembros de las fuerzas de
seguridad, del Ejército, políticos y empresarios.
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