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Cientos de pasajeros permanecieron ayer atrapados durante horas en la mayoría de los aeropuertos españoles por los retrasos y cancelaciones de numerosos vuelos, causados por la decisión de los controladores del Centro de Torrejón de Ardoz (Madrid) de no continuar este año con la ampliación de la jornada laboral establecida para 2002 y 2003. El conflicto con los controladores de este centro, que gestiona el espacio aéreo de la región centro-norte de la península, ocasionó que a partir de las 8.00 horas comenzaran a ralentizarse las operaciones aéreas en Barajas, situación que a lo largo del día se fue agravando con más demoras y cancelaciones de vuelos.

Este preacuerdo «está siendo respetado por todos los controladores y centros de trabajo de España salvo por los de Torrejón, que se han negado a cumplir esta jornada suplementaria que es esencial para que funcione el sistema», insistió Blanco. El secretario general de USCA, Rafael Cruz, declaró que los próximos días 8 y 9 de enero está prevista una reunión con responsables de AENA para tratar sobre el asunto, y afirmó que en una reunión celebrada el viernes con el organismo público no se alcanzó ningún acuerdo firmado para prorrogar hasta abril el pacto de los dos últimos años sobre la jornada.

El problema también afectó a otros aeropuertos españoles, sobre todo a los que tienen mayor volumen de tráfico y, hasta las 21.00 horas, se habían cancelado 61 vuelos y las instalaciones que registraban un menor índice de puntualidad eran las de Barajas, con 19 vuelos cancelados, un retraso medio de 71 minutos y un índice de puntualidad del 67 por ciento. El comité de crisis de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) se reunió en el aeropuerto de Barajas bajo la presidencia del secretario de Estado de Infraestructuras, Benigno Blanco, quien hizo un llamamiento a la responsabilidad de los controladores para que «asuman su obligación de realizar la jornada complementaria que permita el normal funcionamiento del sistema aeroportuario».

AENA explicó que, tras varios meses de negociaciones con la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), ambas partes alcanzaron un preacuerdo para prorrogar hasta abril el acuerdo de prolongación de la jornada que ha estado vigente para los años 2002 y 2003 y que finalizaba el 31 de diciembre. Benigno Blanco afirmó que, en una asamblea de los trabajadores de Torrejón celebrada ayer, «los controladores se negaron a colaborar con la ampliación de la jornada pactada dentro del sistema de trabajo entre el organismo público y el USCA».