El comandante de la Guardia Civil Gonzalo Pérez García fue
repatriado desde Irak, donde resultó herido de un disparo en la
frente, y quedó ingresado anoche en el Hospital Central de la
Defensa en estado de coma «irreversible». El oficial fue trasladado
desde Kuwait en un avión Boeing 707 de la Fuerza Aérea española,
que aterrizó a las 19.00 horas en la base aérea de Torrejón de
Ardoz (Madrid), donde esperaba un helicóptero Superpuma
medicalizado para trasladarlo inmediatamente al centro hospitalario
militar.
Los hermanos del comandante que viajaron el jueves a Bagdad tomaron
la decisión de trasladarlo a España después de recibir la
información precisa de los médicos estadounidenses que lo
atendieron y del equipo médico del Hospital Central de la Defensa
que viajó con ellos, según informó el Ministerio de Defensa. El
paciente, que se encontraba en la unidad de cuidados intensivos del
hospital de Doghwood, en Bagdad, fue evacuado ayer por la mañana en
un Hércules C-130 del Ejército del Aire a Kuwait, desde donde viajó
hasta España.
Aguardaban la llegada del aparato los ministros de Defensa,
Federico Trillo, y del Interior, Angel Acebes, así como la esposa,
la madre, hermanos y otros familiares del guardia civil herido. El
oficial, que fue tiroteado en el transcurso de una operación
antiterrorista en la localidad iraquí de Hamsa, llegó a la base
aérea sedado y estable y continuaba en estado de coma, según
precisaron fuentes de Defensa.
El paciente, que permanecía conectado a equipos que controlaban
sus soportes vitales, fue trasladado al helicóptero en una camilla,
envuelto en una manta y con la cabeza vendada. Lo acompañaron desde
Irak dos hermanos, un equipo médico-sanitario del Hospital Central
de la Defensa, el secretario de Estado de Defensa y comisionado del
Gobierno para Irak, Fernando Díez Moreno, y el director general de
la Guardia Civil, Santiago López Valdivielso.
Neurocirujanos norteamericanos sometieron el jueves al oficial
español a una craneotomía, lo sedaron profundamente y le colocaron
un catéter para controlar la presión e intentar reducir el edema
cerebral causado por el impacto del proyectil, que quedó alojado en
la masa encefálica. El agente estaba destinado desde hace un mes en
Diwaniya como jefe de Seguridad de la brigada «Plus Ultra» II, que
manda el general mallorquín Fulgencio Coll; es natural de Toledo,
casado y tiene tres hijas.
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