Dentro de estas medidas se incluye la creación de un Consejo
Nacional Asesor del Turismo, que haga efectiva la participación
empresarial, sindical y social en la política turística, a través
de recomendaciones e informes en materia normativa, I+D+I,
promoción exterior y políticas específicas para pymes y autónomos.
También promoverá la incorporación a la gestión del turismo de
sistemas de indicadores medioambientales para destinos y empresas.
Asimismo potenciará medidas para que se dé una mayor implicación de
todos los agentes turísticos e interlocutores sociales en la
formulación de las diferentes políticas, con más cooperación
pública y más colaboración público-privada.
En materia laboral, la política turística de los socialistas
contempla, entre otras medidas, asegurar la igualdad de derechos a
las prestaciones laborales y sociales de los trabajadores a tiempo
parcial o temporales con las de los fijos y fijos discontinuos.
Asimismo, impulsará una política de contratación de inmigrantes más
«justa y ágil», que favorezca la participación del sector en la
conformación del contingente y en la elaboración de planes de
selección, acogida y formación profesional.
El PSOE propone una estrategia de comunicación y
comercialización más especializada y por segmentos, con mayor
protagonismo empresarial, pues considera que «quien vende es el
empresario, no la Administración». Con respecto a la estacionalidad
turística, algunas de las propuestas de los socialistas son la
diversificación de la oferta, fomentar planes locales de seguridad
turística, crear planes marco de gestión de crisis y situaciones de
riesgo y emergencia o la puesta en marcha de un plan para el
desarrollo del turismo en espacios naturales.
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