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El Grupo Santander consiguió en 2003 incrementar un 16,18% sus beneficios y espera que 2004 sea mejor, porque «Latinoamérica está en fase de relanzamiento» y en Europa y España «tenemos todavía mucho camino para crecer». Así lo afirmaron ayer el presidente y el consejero delegado del grupo, Emilio Botín y Alfredo Sáenz, respectivamente, durante la presentación de resultados de 2003, cuando los beneficios ascendieron a 2.610,8 millones de euros, cifra récord en la historia del banco y previsiblemente los mayores de una empresa española en 2003.

El lema a seguir será «incremento de ingresos con costes planos», lo que el banco pretende conseguir centrándose en el crecimiento del crédito y en los productos generadores de mayores comisiones, como fondos de inversión, tarjetas o seguros. En este último sector, el Santander tiene como objetivo convertirse en líder del mercado español en 2006, desde la segunda posición actual.

Botín insistió en que no va a participar en ninguna integración porque «las fusiones transfronterizas no crean valor para el accionista» y «contamos con la fortaleza y capacidad de seguir creciendo de forma orgánica» sin recurrir a este tipo de operaciones. Los resultados del grupo en el último ejercicio, según el consejero delegado, demuestran que «la maquinaria está engrasada y estamos en marcha acelerada», lo que permite anticipar a la entidad que 2004 será mejor que 2003, «que ha sido excelente».

El banco presidido por Botín tiene claro que buena parte de su crecimiento vendrá de Latinoamérica, que consolidará su relanzamiento, y que el año pasado «deslució» los resultados, afirmó Sáenz, quien destacó que los beneficios del grupo hubieran crecido un 31% a tipos de cambio constantes. En esta zona «tenemos dos alternativas: crecer o crecer», dijo Botín, quien añadió que «tenemos el tamaño y la cuota necesaria para ello».