Carod, durante la comparecencia en la que explicó los contactos que mantuvo con ETA.

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El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, ha rechazado la dimisión del conseller en cap, Josep Lluís Carod-Rovira, quien puso ayer tarde su cargo a disposición, si bien le ha retirado las competencias en Asuntos Exteriores del gobierno catalán, un área que había reclamado desde el primer momento el líder republicano como condición para formar gobierno.

La noticia de que Carod se entrevistó recientemente con la dirección de ETA ha generado honda preocupación en los partidos que conforman el ejecutivo autonómico.

Maragall, que hoy hará una declaración pública, ha tomado esta decisión después de conocerse que Carod Rovira mantuvo una reunión con dirigentes de ETA el primer fin de semana de enero (días 3 y 4) en «un lugar indeterminado del sur de Francia» al que fue conducido, según un comunicado del departamento de la Presidencia.

Maragall señala que «no comparte ni la iniciativa ni el planteamiento político que están en la base del contacto con la banda terrorista» y ha añadido que «la actuación de Carod-Rovira no responde a un mandato del gobierno catalán y no se corresponde con la política del Consell Executiu».

Carod ha mantenido contactos con ETA formando parte ya del Ejecutivo catalán, según explicó ayer el propio dirigente republicano porque había «esperanza de una tregua». Aseguró que mantuvo estos contactos en nombre de ERC y no en calidad de conseller en cap. No obstante, admitió que, como tal, «no lo tendría que haber hecho» y pidió disculpas si sus movimientos pueden afectar de alguna forma al Gobierno que preside Maragall. En todo caso, aseguró que no llegó a ningún acuerdo con ETA y no descartó que los contactos puedan continuar, siempre en nombre de ERC y no de la Generalitat.