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El PPdeG decidió ayer la suspensión «inmediata» de militancia y la apertura del expediente de expulsión de los cinco concejales del partido en el Ayuntamiento coruñés de Toques, quienes optaron por permanecer fieles al alcalde, Jesús Ares, condenado por abusos sexuales.

El número dos de Toques advirtió de que su aspiración no era gobernar la alcaldía, aunque le tentasen con eso, porque la lealtad que profesa a Jesús Ares tiene un «mayor valor». «Si nos proponen una moción de censura a este señor, no lo vamos a hacer», sentenció.

Los ediles no acudieron a la reunión convocada por el secretario general de los populares gallegos, Jesús Palmou, después de que Ares desatendiera el mandato, adoptado por unanimidad en el Comité Ejecutivo del PPdeG, de que abandonará su cargo hasta que se resuelva el recurso presentado por éste en la Audiencia Provincial.

Palmou pretendía obtener el respaldo de los ediles para restaurar un nuevo gobierno popular en Toques, pero estos no acudieron a la cita, confirmando las declaraciones del teniente de alcalde, quien confesó que no les cabía «ninguna duda» de que terminarían siendo expulsados.

Palmou censuró el comportamiento de estos concejales, que no asistieron a dialogar con él mismo y con el presidente provincial, Jesús Almuiña, sobre un asunto «trascendente y fundamental», en una reunión a la que fueron convocados por escrito.

No obstante, reconoció que había mantenido conversaciones telefónicas con «varios de ellos», y que «unos estaban dispuestos a aceptar la disciplina del partido y que otros no, «aunque parece que, finalmente, todos ellos acordaron no comparecer».