Carod y Maragall, durante la reunión extraordinaria para abordar la reestructuración del Ejecutivo catalán.

TW
0

Los partidos de la oposición coincidieron ayer en pedir explicaciones al Gobierno por el seguimiento de los servicios secretos al líder de ERC, Josep Lluis Carod-Rovira, en su entrevista con dirigentes etarras, iniciativa que el Ejecutivo consideró una maniobra de distracción ante la gravedad del hecho.

El portavoz parlamentario socialista, Jesús Caldera, se preguntó si el Gobierno prefiere usar las informaciones de los servicios de inteligencia en beneficio partidario, en vez de para luchar contra el terrorismo.

El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, preguntó al Gobierno si «conocía la información» sobre la reunión del líder de ERC con ETA y si el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) «grabó las conversaciones» que mantuvo Carod-Rovira con los dirigentes etarras.

En esa línea, el grupo socialista pidió la convocatoria urgente de la Diputación Permanente del Congreso de los Diputados para que Aznar explique el conocimiento que tenía el Gobierno sobre esas reuniones.

El portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, pidió la comparecencia del ministro de Defensa y del director del CNI, Jorge Dezcallar, para que expliquen lo que consideró «espionaje a dirigentes políticos democráticos», a la vista de las informaciones sobre la entrevista de Carod con dirigentes de ETA.

El propio Carod-Rovira consideró «incomprensible» que si la policía «seguía» su encuentro con dirigentes de ETA «no fuera interceptada la reunión y detenidos los miembros de la organización» y opinó que se prefirió hacer un «uso político y electoral» de su iniciativa. En el mismo sentido se pronunciaron PSOE y PNV.