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El presidente del Gobierno, José María Aznar, y el secretario general del PP, Mariano Rajoy, coincidieron plenamente en la lectura del último comunicado de ETA. La consecuencia inmediata es que el PSOE debe renunciar al acuerdo de Gobierno en Catalunya y al apoyo que la formación republicana le ha prometido tras las elecciones del 14-M. Ambos dan por hecho que la tregua anunciada por ETA sólo para Catalunya es producto del acuerdo que Josep Lluís Carod-Rovira alcanzó con la banda terrorista. Rajoy llegó a tachar al líder de ERC como «traidor» ante al pueblo de Catalunya y a todos los españoles.

Pero no la única. Al PSOE le instó a romper su acuerdo con ERC en la Generalitat de Catalunya. «Considero que es incompatible con el Pacto Antiterrorista el mantenimiento de gobierno de coalición y coaliciones electorales con ERC en tanto en cuanto no se cumplan las condiciones mencionadas», sentenció.

«Estamos ante un pacto entre una banda terrorista y ERC, salvo que este partido rechace expresamente el acuerdo y destituya inmediatamente a quien lo negocio», dijo Aznar, que denunció que esa negociación, «en los términos confirmados, es profundamente antidemocrática e implica una complicidad política con los terroristas». El cese de Carod-Rovira fue la primera exigencia que hizo el jefe del Ejecutivo.

Aznar aseguró que el anuncio de una tregua sólo en Catalunya es una «contribución a esta estrategia repulsiva promovida por ERC». «La banda terrorista seguirá matando, pero no lo hará en una parte del territorio nacional», explicó Aznar, que se mostró convencido de que se «sabe» que la «contrapartida» es «la cobertura política de ERC a los objetivos de la banda terrorista y cerrar los ojos ante el terrorismo siempre que no afecte a sus intereses partidistas».