Trillo no se paró ahí y continuó bromeando con imitaciones del que
fuera vicepresidente del Gobierno en la etapa socialista, Alfonso
Guerra y también de Felipe González.
Federico Trillo cenó el sábado en un restaurante de Santa Pola,
junto con el alcalde de la localidad y varias decenas de
militantes. Pasadas las doce de la noche realizó su intervención en
la que mezcló la pesca con la toma de Perejil. Aseguró que le
hubiera gustado haber sido ministro de Defensa hace ocho años y
haber tomado el islote de Perejil «para que los pescadores de Santa
Pola y del resto de España pudieran estar faenando en aguas de
Marruecos ¡Caramba!».
Estas declaraciones de Trillo se producían pocos días después de
que le diera un euro a una periodista que le preguntó por la
presencia de las tropas españolas en Irak. Un incidente que causó
polémica y que tampoco gustó en Génova, la sede del PP, donde
llevan ya varios meses volcados en la preparación de la campaña
electoral.
Mariano Rajoy, secretario general del PP, telefoneó el fin de
semana al ministro de Defensa para pedirle explicaciones y fuentes
populares consultadas por Europa Press calificaron de «torpeza
sublime» la actuación del ministro. Algunos incluso, consideran que
si no fuera porque es campaña electoral sería para cesarle.
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