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El candidato del PP a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, lamentó ayer las «salidas de tono» que se han producido en los últimos días, aseguró estar «en contra» de este tipo de comentarios y consideró que deberían ser «rectificadas», tanto las de dirigentes del PP como del PSOE. En su intervención, Rajoy se refirió así al intercambio de descalificaciones entre los presidentes de Murcia y Cataluña, Ramón Luis Valcárcel y Pasqual Maragall, a quienes no mencionó.

Tras exponer sus propuestas en materia de defensa de las Pymes, Rajoy planteó la importancia de la estabilidad política para la estabilidad económica. Así aseguró que, pese a no creer que sea necesario modificar «las reglas del juego», está «dispuesto a oír a todo el mundo», pero subrayó que cualquier cambio que se quiera hacer a la Constitución o los Estatutos debe ser «como siempre, pactado, dialogado, hablado y negociado» y en ningún caso «lanzándole a uno un texto a la cabeza como un arma arrojadiza».En este contexto, aseguró que no tiene «ningún problema» con el acuerdo político al que se ha llegado en Cataluña de cuya legitimidad aseguró no haber dudado nunca, aunque reconoció que hubiera preferido otro que incluyera a CiU, PSC y PP.

El candidato del PP también aseguró no tener «ningún problema» con el acuerdo de Gobierno en Cataluña y que, si llega a la Presidencia del Gobierno, tendrá «una relación institucional lo mejor posible con el Gobierno de Cataluña, sea el que sea».

A continuación, y sin precisar a qué se refería, Rajoy afirmó que «hay cosas que no se pueden hacer en esta vida», porque «esto de luchar contra el terrorismo es un tema lo suficientemente serio como para tener suficiente criterio, experiencia y sentido para saber lo que uno puede y no puede hacer».