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El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, compareció ayer tras el Consejo de Ministros para dar cuenta de un paquete de medidas urgentes para combatir la violencia doméstica. El Ministerio, en concreto, quiere ampliar la plantilla en 450 agentes «en segunda actividad» (personas mayores de 58 años) para proteger a estas mujeres.

Entre las medidas, anunció la intención del Ministerio del Interior de pasar de 120 a 200 el número de policías destinados a la protección de víctimas de malos tratos, que serían reasignados para estos puestos. Sin embargo, la nota de prensa repartida tras el Consejo precisa que se aumentará el servicio en 200 policías y 250 guardias civiles y que «se ofrecerán» las plazas a agentes en segunda actividad.

Además, el Ejecutivo instará a los fiscales a que den prioridad a la persecución de estos delitos y facilitará un móvil a las mujeres con orden de protección.

Caldera explicó que a la espera de que se apruebe la Ley Integral contra la Violencia de Género, el Gobierno quiere poner en marcha un plan de medidas urgentes para paliar estos crímenes y dar protección a las víctimas de malos tratos.

Este es uno de los puntos que no finalmente no se cumplió por el anterior Gobierno, que ya previó un total de 500 plazas de este tipo, aunque sólo se incorporaron 120 agentes.

El Gobierno, aunque contempla cubrir estos puestos también con el mismo tipo de agentes, ha salvado la desinformación al tener previstas diversas campañas de divulgación sobre el funcionamiento de estas unidades.

Además, quiere acordar con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) la colaboración de la policía local en las laborales de vigilancia, al tiempo que informará por circular a delegados y subdelegados del Gobierno del carácter prioritario y urgente de estas medidas.