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La policía detuvo ayer en Vizcaya y León a cinco presuntos miembros del aparato de «mugas» de ETA, encargado del paso de personas, armas y explosivos entre Francia y España, en una operación que, según el ministerio del Interior, ha supuesto un «importante golpe» a la infraestructura de apoyo de la banda.

El ministro del Interior, José Antonio Alonso, no descartó este miércoles que se produzcan nuevas detenciones como consecuencia de la operación, durante la que se han practicado varios registros domiciliarios en los que se ha intervenido importante documentación, ordenadores, agendas, teléfonos móviles y cartas de miembros de ETA que serán analizados por los expertos policiales.

La operación, que continua abierta, fue llevada a cabo la pasada madrugada por agentes de la Comisaría General de Información y de la Jefatura de Bilbao del Cuerpo Nacional de Policía, bajo la tutela del titular del Juzgado Central de Instrucción Número 4 de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, quien previsiblemente tomará declaración a los detenidos a partir de mañana.

Los cinco arrestados como presuntos integrantes de la infraestructura de apoyo a ETA en Vizcaya, según el ministerio del Interior, daban cobertura a los huidos de la banda para pasar a Francia y recibían a los terroristas «liberados», es decir, fichados por la policía y a sueldo de la organización, que se introducían en España.

Los detenidos, que han sido trasladados a dependencias de la Comisaría General de Información en Madrid y están a disposición del Juzgado competente, tienen entre 28 y 34 años.

Uno de ellos, Josu A.P., nacido el 15 de septiembre de 1971 en Basauri (Vizcaya), fue dirigente de la ilegalizada Gestoras Pro Amnistía, según señalan fuentes policiales, y su arresto se produjo en su domicilio en Arrigorriaga (Vizcaya).