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EFE/EUROPA PRESS-MADRID
Los presuntos miembros de la célula islamista desarticulada esta semana pretendían alquilar un piso en Almería para almacenar los explosivos y montar allí los artefactos que querían emplear para atentar contra la Audiencia Nacional, informaron fuentes de la investigación. La documentación remitida por la policía ocupa cinco tomos, que fueron examinados por el juez Garzón, quien también tiene a su disposición varias cajas con los efectos intervenidos en los registros de las celdas.

Por otra parte, el grupo radical islámico «Mártires para Marruecos» organizado por Mohamed Achraf, también conocido como Kamel Saaid, estaba integrado en su núcleo central por un grupo de entre 12 y 15 personas, de los cuales al menos cuatro se encuentran en paradero desconocido, incluido Abdellah Hawari, considerado la mano derecha de Acrhaf, al menos hasta el momento de su fuga. Hawari huyó tras quebrantar su condena en febrero del 2003, según informan fuentes de la investigación, que también han desvelado que un joven que responde al nombre de Jelloul y que pretendía integrarse al grupo de Achraf, es el autor de la carta amenazante que recibió el diario de Almería «Ideal».

A lo largo del año 2002, en la prisión de Topas varias personas de origen musulmán, condenadas por delitos comunes, comenzaron a constituir un grupo radical islámico de matiz salafista, que se denominaría «Mártires para Marruecos» y que era partidario de la «jihad y de la lucha armada, las cuales llevarían a cabo una vez puestos en libertad». El grupo estaría formado por 12 personas, uno de cuyos máximos responsables, según las fuentes citadas sería un tal «Abdesamad».