El alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, es uno de los defensores de esta postura.

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EFE-SAN SEBASTIÀN
El alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, el edil donostiarra Denis Itxaso y la parlamentaria socialista Gemma Zabaleta propusieron ayer que si la izquierda abertzale hace una «apuesta por la vía de acción democrática» se revise la ilegalización de Batasuna y se acerque a los presos de ETA a cárceles vascas.

«La historia más reciente aconseja una especial cautela», reconocen los firmantes, aunque subrayan que «ésta puede ser una oportunidad que no se debería desaprovechar en una coyuntura en la que la posibilidad de una desaparición a medio plazo del terrorismo de ETA empieza a adquirir una cierta entidad».

Estos tres cargos socialistas, integrantes de la corriente «Nuevo Socialismo Vasco», que concurrió al último congreso de su partido en Euskadi, suscriben una carta publicada por «El Diario Vasco» en la que opinan que el País Vasco se encuentra «en el último tramo, cerca del desenlace» del conflicto violento, por lo que opinan que «el presidente Zapatero y el PSE/EE también deberían ser valientes y asumir algún riesgo para ganar la libertad».

Ponen de relieve que actualmente «se dan ciertas circunstancias que invitan a imaginar el final del túnel» de la violencia, que se enmarcan además en el cambio de Gobierno en España y en la efectividad de la Ley de Partidos, que ha «convertido a la ilegalizada Batasuna en un agente político aturdido que busca una nueva estrategia» que le permita «volver al juego político».

Entre los cambios que pueden propiciar ese nuevo escenario citan el acto de Batasuna del próximo domingo en San Sebastián, en el que recuerdan que esta formación ilegalizada anunció que haría una «oferta que pretende el consenso» y que puede suponer un «salto cualitativo» respecto a sus anteriores planteamientos.

Nombran también el último comunicado de ETA que expresa «su disposición a explorar nuevas vías» y la carta de seis ex dirigentes de la organización terrorista encarcelados que evidencia la «inutilidad del uso de la violencia, su aislamiento social y la debilidad operativa en la que se encuentra la banda», lo que a su juicio es «un paso histórico de alcance impredecible».

«Sin caer en la ingenuidad», los tres representantes socialistas vascos estiman que «sería saludable» que la izquierda abertzale asumiera la metodología de los consensos cualificados y no de las mayorías simples para superar los «planteamientos excluyentes con los que fue concebida la Declaración de Lizarra».