También lamentaron los hechos ocurridos algunos representantes del
PP, que no obstante consideraron que Zapatero y Peces-Barba deben
explicar porqué no acudieron a la convocatoria de la AVT. Así se
refirió a los incidentes de la marcha el portavoz de Exteriores del
PP, Gustavo de Arístegui, quien dejó claro que el sentimiento de
ese partido es de «tajante rechazo» y «condena absoluta» a las
personas que «mancillaron» la manifestación y a quienes intentaron
agredir al ministro de Defensa.
El portavoz parlamentario del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba,
explicó que su formación acudió al acto en calidad de invitado por
la plataforma convocante. El dirigente socialista tachó de «ruin y
miserable» que un grupo de «derechistas exaltados» convirtieran la
manifestación en un acto «contra el presidente del Gobierno, José
Luis Rodríguez Zapatero, y su política».
«Lo hicimos como siempre lo hemos hechos y lo seguiremos
haciendo, por el respeto, el aprecio y la solidaridad para con las
víctimas del terrorismo», declaró. Asimismo, aseguró que con su
presencia en la manifestación, el PSOE también quiso respaldar la
política penitenciaria del Ejecutivo tendente a evitar que presos
etarras abandonen las cárceles sin haber cumplido la totalidad de
sus condenas. «Fuimos a la manifestación porque compartimos el
sentimiento general de solidaridad con las víctimas y para recordar
a los poderes públicos que hay que poner todos los medios para
impedir estas excarcelaciones», añadió.
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