El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y los
dirigentes de los sindicatos y la patronal reanudaron ayer el
diálogo social tras la polémica surgida en torno a la
revalorización del salario mínimo interprofesional (SMI).
Esta es la principal conclusión alcanzada ayer en una reunión
celebrada en el Palacio de la Moncloa y en la que participaron
Rodríguez Zapatero, los ministros de Trabajo, Jesús Caldera, y de
Economía, Pedro Solbes, los secretarios generales de CC OO y UGT,
José María Fidalgo y Cándido Méndez, respectivamente, y los
presidentes de la CEOE, José María Cuevas, y de CEPYME, Jesús
Bárcenas.
Tras la reunión, en una declaración conjunta en la que no se
permitieron las preguntas, el ministro de Trabajo aseguró que «el
diálogo social está vivo» y que el encuentro sirvió para «ratificar
la Declaración del 8 de julio», con la que arrancó formalmente el
proceso de negociación.
De hecho, según Caldera, aunque se han alcanzado «importantes
acuerdos», queda «mucho por hacer» y aseguró que en primavera puede
«haber resultados sobre las reformas laborales y de la protección
social, así como de la creación del sistema nacional de
dependencia».
Anunció que Zapatero ofreció a los agentes sociales celebrar
reuniones previas a las cumbres europeas para que ayuden al
Gobierno a fijar sus posiciones en materias como la protección
social y el empleo en la Europa de los 25.
Respecto al SMI (la materia que bloqueó el diálogo social el
pasado mes de diciembre), Caldera dijo que el Gobierno gestionará,
«en su momento y con el mayor consenso posible», el acuerdo del
Consejo de Ministros del pasado 30 de diciembre que establecía la
modificación del Estatuto de los Trabajadores para garantizar (a
partir de 2008) a los perceptores de esta renta el mantenimiento
del poder adquisitivo.
Cuevas afirmó que se «ha recuperado» el diálogo social, lo que
permitirá que en próximas semanas se empiece a negociar las
reformas del mercado laboral y de la protección social.
El presidente de la patronal reconoció que «la única
discrepancia» que ha habido en el diálogo social y que ha
«detenido» el proceso ha sido el SMI, una cuestión que ya no es «un
obstáculo insuperable», pero para la que se ha establecido «un
paréntesis» que será «gestionado y administrado» por el
Gobierno
El secretario general de CC OO dijo que las discrepancias por el
SMI han sido un «pequeño bache» que «no ha supuesto ni un
distanciamiento ni un estancamiento de los objetivos» suscritos el
pasado mes de julio en la Declaración de Intenciones.
Negociaciones
Fidalgo declaró que los agentes sociales han solicitado la
presencia de varios miembros del Ejecutivo en las futuras
negociaciones del diálogo social y aseguró que el Gobierno ha
asegurado «una coordinación para que su voz sea única», dijo en
referencia a las distintas posiciones mantenidas entre los
ministros de Economía y Trabajo en el salario mínimo.
Para el secretario general de UGT, la reunión permitió hablar
«con profundidad y sinceridad» sobre el diálogo social, un proceso
que «todos coincidimos que es globalmente positivo».
Méndez avanzó además que, para evitar futuros bloqueos del
diálogo social, los sindicatos y la patronal estudian «mecanismos»
para «afinarlo» (que se trasladarán a la Comisión de Seguimiento) y
valoró que, por su parte, Zapatero se haya comprometido a reforzar
los mecanismos para solucionar controversias.
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