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El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, decidió ayer retrasar un día su viaje oficial a Uruguay a raíz de la crisis política creada en Cataluña tras el pleno parlamentario sobre el Carmel, que pone en jaque el consenso necesario para llevar adelante la reforma del Estatut.

En CiU sólo se espera una rectificación pública del presidente por sus insinuaciones en el Parlament, ya que atacan su honorabilidad, y en cualquier caso sólo verían con bueno ojos una reunión de líderes si es para pactar un nuevo modelo de financiación para Cataluña.

Está previsto que en la reunión de hoy de la cúpula de los socialistas catalanes se analice la situación creada en los últimos días tras el pleno del Carmel, en donde Maragall insinuó que CiU cobraba comisiones del 3% en la adjudicación de obras públicas.

Maragall asistirá a la ejecutiva del PSC después de que sus asesores hayan filtrado su intención de avanzar una reunión de todos los grupos parlamentarios en Sabadell, al estilo de la que se hizo en Miravet, con el objetivo de retomar el consenso político necesario en Cataluña que asegure la reforma estatutaria. Sin embargo, tanto la oposición como fuerzas del tripartito rechazan esta posibilidad.

Por su parte, el presidente del PP de Catalunya, Josep Piqué, expresó ayer su temor por la posible gestación de un pacto entre las PSC y CiU para llegar a un «acuerdo subterráneo» para tapar el escándalo de las comisiones de CiU durante su legislatura. «No acabo de entender porque CiU no pide la dimisión de Maragall», dijo.