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PEP MATAS-PALMA
La historia de ETA en Mallorca se ha escrito con tres atentados terroristas, un intento de magnicidio en la figura del Rey y la presencia en la cárcel de Palma de diez integrantes de la banda criminal. El 7 de septiembre de 1989 llegaron los dos primeros presos a Mallorca. A principios de 1989 el entonces ministro de Justicia, Enrique Múgica, había ya planificado la política de dispersión de presos de ETA. Básicamente se trataba de repartir a los etarras por distintas cárceles del Estado por motivos de seguridad, y sobre todo para facilitar la política de reinserción que se había iniciado hacía años.

Los traslados desde Herrera de la Mancha ya se habían iniciado por distintas cárceles del Estado, pero la llegada a Palma se había retrasado por la presencia de la Familia Real en sus vacaciones de verano en Marivent.

El día siete de septiembre de 1989 Iñaki Rique y Josean Kortadi, de 35 y 33 años respectivamente, ingresaron en el centro penitenciario de Palma. Kortadi había sido condenado a 24 años y 3 días de cárcel y Rique a 18 años. Desde entonces y hasta poco antes del fin de la década de los 90, cuando se produjo en nuevo reagrupamiento de los presos etarras, ingresaron en la cárcel de Palma, además de los dos citados: Jon Bilbao Moro, Pedro María Fernández Arguilea, José María Sagarduy Moya, Àngel Erdocia Larraza, José Luis Esquisabel, Óscar David de Miguel Sagastazi, Julián Àngel Zabalo y Vicente Albarán Cobos.

Fueron un total de diez aunque en realidad nunca hubo más de siete ingresados al mismo tiempo puesto que, a su vez, se iban produciendo traslados de Palma a otras cárceles del Estado.

La madrugada del 19 de mayo de 1991 los etarras Kortadi y Jon Bilbao Moro intentaron fugarse de la cárcel de Palma. Aquella noche se dio la «casualidad» de que el coche, propiedad de un cura, estaba estacionado cerca del hipódromo, el mismo sacerdote que recibía en su casa a los familiares de los etarras cuando venían a la Isla para visitarlos en la cárcel.

Sin embargo, la palabra ETA comenzó a tener otra dimensión en Mallorca a partir del 30 de julio de 1991, cuando se produjeron dos atentados en Palma. El entonces delegado del Gobierno, Gerard Garcías, aseguró el mismo día del atentado y en fechas posteriores que ETA no tenía nada que ver con las explosiones.

En 1995 Juan José Rego Vidal, un francotirador de la banda, tuvo en su punto de mira al Rey Don Juan Carlos, acción similar a la que estaba prevista ejecutar el etarra Pérez Aldunate en el año 2004, frustrada por no disponer a tiempo del rifle con mira telescópica. El comando que atentó en Palma estaba formado por Idoia López Riaño y José Luis Urrusolo Sistiaga, que comenzará a ser juzgado el martes.