El ex conseller d'Obres Públiques de la Generalitat Felip Puig
(CiU) negó ayer tanto las irregularidades sobre la gestión de las
obras públicas en la etapa de CiU denunciadas por el conseller
Joaquim Nadal como que la federación o los partidos que la integran
hayan cobrado comisiones por adjudicar proyectos.
La comparecencia de Puig ante la comisión parlamentaria de
investigación del Carmel ha estado marcada por la cerrada defensa
que ha hecho de su labor como conseller y de la gestión de la
empresa pública GISA con CiU, y en diversas ocasiones ha negado
«rotundamente» que hubiera «discrecionalidad política» a la hora de
adjudicar obras públicas, tal como dio a entender Nadal.
Por el contrario, ha acusado al conseller actual de falta de
control de las incidencias de la obras públicas en general y, en
concreto, de las de la línea 5 de metro, y ha opinado que existe
una «crisis de complicidad» entre GISA, las empresas y el
departamento de Política Territorial.
En respuesta al PPC, ha negado «rotundamente» que CDC, UDC o las
fundaciones o personas vinculadas a CiU cobrasen comisiones en la
adjudicación de obra pública en Cataluña, y ha dicho también que
los donativos anónimos recibidos por estas formaciones «cumplen la
ley».
En sus tres horas y media de comparecencia, Puig ha explicado
que el proceso de adjudicación de una obra se llevaba a cabo en una
mesa de contratación integrada por el director general de GISA y
«tres o cuatro técnicos», que valoraban las ofertas desde el punto
de vista técnico, económico y de experiencia. A preguntas del
PSC-CpC, Puig ha respondido que conocía las propuestas de
adjudicación que se iban a hacer en los consejos de administración
de GISA.
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