TW
0

El presidente del PP, Mariano Rajoy, y la secretaria de ese partido en el País Vasco, María San Gil, acusaron ayer al presidente del Gobierno de «estar preso de los nacionalsimos». Durante un acto político en el centro Kursaal en San Sebastián, Rajoy advirtió que si PNV/EA gana las elecciones, les caerá el Plan Ibarretxe sobre la cabeza y lo impondrán «por las buenas o por las malas».

En su opinión, si Rodríguez Zapatero percibe alguna posibilidad de pactar con los nacionalistas, el precio serán «todos los que estorban al nacionalismo». «Lo pagará muy a gusto y os dejará tirados», advirtió.

Ambos dirigentes criticaron que el PSE está buscando una coalición con el PNV mientras María San Gil volvió a tender la mano al líder de esta formación, Patxi López, para formar Gobierno. Rajoy se preguntó «quién puede fiarse de un partido que siempre va a remolque de los nacionalismos, que no confiesa sus intenciones y que no dice con quién se propone gobernar».

El líder del PP cree que Zapatero no dice nada del Plan Ibarretxe porque los dirigentes socialistas vascos, «siguiendo la senda de sus correligionarios catalanes, han descubierto los encantos del nacionalismo». Según dijo, lo que se lleva hoy entre ellos es un nacionalismo «cuanto más rancio, más sectario y más localista mejor» y todo lo demás «le parece españolismo trasnochado».

Por eso, cree que el plan pressentado por Patxi López es, ante el nacionalismo de mal talante que está practicando Ibarretxe, «una alternativa nacionalista de mejor talante, pero que en el fondo no tiene diferencias con la primera». En este contexto, Rajoy cree que para impedir que el Partido Nacionalista Vasco «se salga con la suya» los únicos votos fiables son los del Partido Popular, y aseguró que muchos socialistas están muy preocupados porque no se fían de su dirigente Rodríguez Zapatero ni de López. En la misma dirección se pronunció María San Gil, quien considera desolador que el presidente del Gobierno español vaya al País Vasco a dar la razón al nacionalismo -en referencia a su intervención el viernes en el mismo recinto- y no dedique ni una sola palabra al Partido Comunista de las Tierras Vascas.