Vista general de la manifestación del Primero de Mayo celebrada ayer en Madrid.

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Miles de personas se adhirieron a las diferentes manifestaciones convocadas en todas las provincias españolas por los sindicatos UGT y CCOO en favor del empleo estable y de calidad. Los líderes de ambas formaciones, Cándido Méndez y José María Fidalgo, que participaron en la concentración de Madrid, valoraron positivamente algunas medidas que está llevando a cabo el Gobierno pero denunciaron que la economía española no puede competir a costa de los derechos de los trabajadores.

Antes de comenzar la marcha, que arrancó desde la Plaza de la Cibeles, Fidalgo comentó que este primero de mayo es una fecha «muy esperanzadora» a favor de la mejora del empleo y la protección social y subrayó que tanto los empresarios como los sindicatos han manifestado su voluntad en la mesa de diálogo social de reformar los problemas del mercado laboral a través de la creación de un nuevo derecho de atención a las personas dependientes. Según dijo, «si la economía española quiere competir no puede hacerlo degrandando los derechos de los trabajadores».

El 1 de mayo de este año giró en torno a dos reivindicaciones: más empleo y mejor protección social, dos reclamaciones de los sindicatos mayoritarios en torno a las que se organizaron un total de 57 manifestaciones en toda España. Los líderes de las dos formaciones sindicales intervinieron tras la manifestación que se celebró en Madrid, a la que acudieron miles de personas -unos 6.000 según la Policía y unas 25.000 según los sindicatos-. Durante la misma se vieron banderas republicanas y pancartas de apoyo a trabajadores de empresas que están en proceso de reestructuración como Madrid Rock, Valeo, Nissan, Sintel y en apoyo a los trabajadores del Severo Ochoa.

En la cabecera estaban además de los dos líderes sindicales, el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares y la secretaria de Relaciones Internacionales del PSOE, Trinidad Jiménez. Cuando llegaron a la Puerta del Sol, el líder de CCOO tomó la palabra y denunció que la reducción de la temporalidad «no tiene nada que ver» con el abaratamiento del despido, por lo que criticó que la CEOE esté «enseñando el cazo» para que el Ejecutivo acceda a sus pretensiones. Por su parte, Cándido Méndez, que comenzó el discurso recordando a las 192 víctimas del 11-M, subrayó que la mejor manera que tienen los sindicatos de honrar a los muertos es «seguir defendiendo los derechos de los vivos». «Las reivindicaciones sindicales no están de puente», recalcó una y otra vez subrayando que este año no se han movilizado en contra de decisiones gubernamentales que impliquen un recorte en los derechos sociales sino «por y para el cambio social».