Mariano Rajoy viajó ayer a Galicia para hacer precampaña de las elecciones autonómicas.

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El presidente del PP, Mariano Rajoy, anunció ayer que su partido no apoyará la moción del PSOE en la que defiende abrir un proceso de diálogo con ETA si la banda terrorista renunciara a la violencia, oferta que el resto de partidos políticos ve con buenos ojos para lograr la paz en el País Vasco. Rajoy afirmó que la propuesta de resolución presentada por el PSOE tras el debate sobre el estado de la nación es «un torpedo en la línea de flotación» del Pacto Antiterrorista y representa la «rendición del Parlamento» ante los objetivos de ETA.

La portavoz del Ejecutivo reiteró que «no hay, no ha habido, ni habrá ningún tipo de negociación ni de contacto con la banda terrorista hasta que ETA no entregue las armas» y que sólo en esta hipótesis, se «explorarían vías» para el diálogo, pero siempre «sin precio político» e informando al Parlamento.

El líder del PP, desde Santiago de Compostela, calificó de «insólito e inaudito» que el PSOE manifieste su disposición a negociar con un grupo terrorista al que el único mensaje que habría que enviar es que «deje de matar». A su juicio, esta propuesta, que coincide con la planteada por el PNV, pone de relieve que el jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, «ha tendido la mano a ETA y no al PP», lo que -añadió«es una de las cosas más graves que han pasado en España en los últimos años».

Frente a estas críticas, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, invitó al PP a situarse en «la razonabilidad» y sumarse al consenso en la búsqueda del fin de ETA. Fernández de la Vega, desde Jaén, reafirmó la «lealtad» del Gobierno al Pacto Antiterrorista y sus deseos de trabajar en favor de la paz en sintonía con lo que piensa «la mayoría de los españoles».