También se estableció un área de seguridad de unos 300 metros en el
lugar en el que se produjo esta deflagración que, según los
bomberos, afectó a un depósito de concentrado de zinc y provocó el
derrame de 15.000 litros de este «producto tóxico» que suele
emplearse en el revestimiento de piezas sanitarias. Antes de esta
explosión, otro artefacto estalló a las 3.00 horas en una empresa
del barrio Salbatore de Beasain, en la que se produjeron daños
materiales. Posteriormente, sobre las 4.00 horas, en Elgoibar,
explotó otra bomba en una compañía del polígono Lerún, que sufrió
daños en las ventanas y la pared.
Fuentes próximas a la lucha antiterrorista indicaron que estas
deflagraciones, que se produjeron sin aviso previo, podrían estar
relacionadas con el denominado «impuesto revolucionario» de
ETA.
Testigos presenciales señalaron que los atentados se perpetraron
contra las compañías Eun de Beasain, Félix Gabilondo de Bergara,
Bernardo Ecenarro de Elgoibar y Goi de Soraluze. El departamento
vasco de Interior precisó que, según los primeros análisis, los
artefactos, que contenían temporizadores, podrían estar compuestos
por kilo y medio de explosivo presumiblemente cloratita. La
explosión más importante se produjo en Bergara a las 03.40 horas,
en el barrio de San Blas, ya que afectó a un depósito de ácido
corrosivo y dos ertzainas y un vigilante de seguridad tuvieron que
ser trasladados al hospital con síntomas de intoxicación, aunque
fueron dados de alta.
Cinco minutos más tarde ocurrió lo mismo en otras instalaciones
empresariales de la calle Sagar-Erreka de Soraluze, que presentan
desperfectos en las puertas de acceso a las oficinas y en el
almacén. Estos atentados perpetrados en el intervalo de una hora en
Guipúzcoa provocaron el rechazo de los gobiernos vasco y central,
la Diputación de Guipúzcoa, partidos políticos y asociaciones
empresariales vascas.
El ministro del Interior, José Antonio Alonso, advirtió de que
los atentados terroristas «no van a conseguir nunca» que varíe la
política del Gobierno «de absoluta firmeza ante la violencia».
El Gobierno vasco en funciones acusó a los autores de estos
hechos de pretender transmitir «un mensaje de miedo y temor que
pueda hacer más factible su proyecto de amenaza y chantaje».
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.