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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se reunió ayer en La Moncloa con el líder de Izquierda Verde (IU-ICV), Gaspar Llamazares, a petición de este último para abordar distintas cuestiones de actualidad. Entre ellas, el jefe del Ejecutivo y su socio parlamentario acordaron solicitar un informe al Consejo de Estado sobre las líneas que se podrían seguir para una reforma de la ley electoral, una reclamación clásica de la coalición de izquierdas, para la que el sistema actual es injusto y le provoca un gran agravio respecto a otros partidos. Además, Llamazares aprovechó el encuentro para criticar la política del Gobierno de Zapatero en el contencioso del Sáhara, acusándole de «dar la razón al más fuerte».

La reclamación de Izquierda Verde respecto al sistema electoral es que sea más justo y otorgue una representatividad adecuada a su coalición, de ámbito nacional. No obstante, el acuerdo al que llegaron ayer ambos líderes no significa que se vaya a abrir de inmediato el proceso de reforma de la ley, sino que se toma un camino «sin prisa pero sin pausa» que no sólo reclama la coalición de izquierdas.

Así, se espera que el Consejo de Estado dé su criterio sobre qué aspectos de la norma pueden ser reformados para mejorarla y evitar los agravios a los partidos minoritarios, pero fuentes gubernamentales recordaron que el Consejo es solamente un órgano consultivo.

Llamazares aprovechó también el encuentro para criticar la política del Gobierno respecto al Sáhara, pues cree que no mantiene una posición de equilibrio en el trato que da a Marruecos y a los saharauis. «Es un grave error que está llevando a una situación difícil. Seríamos más fuertes, capaces de influir, si tuviéramos una posición más equilibrada», aseguró el líder de IU-ICV. Zapatero se limitó a reiterar su defensa de un acuerdo entre las partes auspiciado por la ONU y que se nombre un nuevo representante para el conflicto.