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En unos días en los que la tragedia de Afganistán ha sacado de las primeras páginas lo sucedido en el cuartel de la Guardia Civil de Roquetas de Mar (Almería), el presidente del PP, Mariano Rajoy, y el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, lo han vuelto a poner de actualidad.

«El director de la Guardia Civil ha quedado muy tocado en el caso Roquetas», dijo Rajoy, que ve «bastante poco sentido» en que Gómez Arruche siga al frente del cuerpo. A su juicio, ha quedado en entredicho su prestigio y el respaldo de los propios miembros del Instituto Armado. Esta petición de dimisión se une a la del ministro del Interior, José Antonio Alonso, a quien los populares pidieron que se marchara cuando compareció en el Congreso.

El líder popular exigió el cese del director general del Instituto Armado, Carlos Gómez Arruche, quien «no puede estar ni un minuto más en su puesto». El número dos socialista cree que presentar excusas por sus manifestaciones sobre el caso es «insuficiente» y aseguró que Gómez Arruche no ha estado a la altura de las circunstancias.

Blanco también fue muy crítico con Gómez Arruche. Según dijo, sus primeras declaraciones sobre el caso fueron «desafortunadas» y que haya presentado excusas no es suficiente para el número dos socialista. En todo caso, se mostró convencido de que «todo el mundo tiene derecho a equivocarse» y de que el dirigente de la Guardia Civil «ha aprendido de los errores para afrontar las tareas que tiene encomendadas de cara al futuro».