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El vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, dijo ayer que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2006 tienen como objetivo la estabilidad presupuestaria, la mejora de la productividad y otorgan un papel «fundamental» al gasto social.

Los presupuestos se centrarán en cinco grandes objetivos: el impulso de la productividad mediante la inversión en I+D+i, educación e infraestructuras; mejora de la protección social; aumento de la ayuda oficial al desarrollo; la sanidad y los servicios públicos de calidad.

Así lo aseguró en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que aprobó la remisión a las Cortes del Proyecto de Ley de Presupuestos, elaborados sobre una previsión de crecimiento de la economía del 3,3 por ciento con la creación de 460.000 empleos y una tasa de paro del nueve por ciento.

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró que «el interés de los ciudadanos ha sido el centro de las decisiones» para elaborar estos presupuestos, cuyo objetivo es el de «crecer más y distribuir mejor».

Por su parte, Solbes afirmó que estos presupuestos pretenden una «progresiva» reducción de la deuda pública y corregir los desequilibrios que aún tiene la economía española, a la que calificó de «satisfactoria» aunque, dijo, «no somos ciegos y vemos las fragilidades que puede haber a medio y largo plazo».

Los presupuestos prevén un gasto no financiero del Estado de 133.947 millones de euros, el 7,6 por ciento más que este año y unos ingresos de 128.000 millones, el 9,2 por ciento más, con lo que se prevé que el Estado registre un déficit del 0,4 por ciento del PIB.