Otro de los detalles que se explicaron ayer desde La Moncloa es que
el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, hizo peligrar
las negociaciones con sus constantes intervenciones que provocaban
hilaridad entre los interlocutores, especialmente entre los
dirigentes de CiU.
Las mismas fuentes explicaron que desde por la tarde y hasta
altas horas estuvieron reuniones en la sede del PSOE el secretario
de Organización, José Blanco, el portavoz del grupo socialista en
el Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba, el secretario del grupo,
Diego López Garrido y algún otro miembro de la Ejecutiva
socialista.
El jefe del Ejecutivo iba llamando a su equipo a medida que
avanzaba la negociación con Artur Mas para intercambiar opiniones y
puntos de vista sobre los diferentes asuntos que estaban
tratando.
Precisamente, fuentes de La Moncloa reconocieron que este
equipo, sobre todo Rubalcaba, y el ministro de Industria, el
catalán José Montilla, fueron las dos piezas claves sobre las que
se asentó la negociación sobre la reforma del Estatut de Catalunya
por parte del Gobierno. Montilla fue relevado la pasada semana tras
tener que ser hospitalizado.
Pero la segunda fase de la negociación sobre la reforma del
Estatut de Catalunya, encaminada a su aprobación por las Cortes,
vivió el pasado fin de semana su recta final después de cuatro
meses de contactos, que comenzaron una vez que el Parlamento
catalán dio el visto bueno al proyecto el pasado 30 de
septiembre.
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