Antes de que Otegi tomara la palabra le habían precedido varios inculpados en el histórico 'proceso de Burgos' -en el que también estuvo procesado el fallecido-, como el ex dirigente de HB José Luis Elkoro y la viuda, Itziar Aizpurúa, quien admitió en su discurso que fue ella quien puso la pegatina con el anagrama de ETA que Gorostidi lució en el pecho la semana pasada, mientras el cadáver fue expuesto en la capilla ardiente.
Otegi hizo estas afirmaciones durante el homenaje que la izquierda abertzale rindió ayer en Deba al histórico dirigente de Herri Batasuna, procesado en el sumario 18/98 -el conocido como 'macroproceso al entorno de ETA'-, Jokin Gorostidi, quien murió el pasado martes de un infarto.
En el evento, que tuvo lugar en la Plaza de los Fueros, en la que se encuentra el Ayuntamiento de Deba, participaron miembros de la actual Mesa Nacional de Batasuna y de las antiguas direcciones de HB como Pernando Barrena, Joseba Permach, Juan José Petrikorena, Tasio Erkizia, Jone Goirizelaia, Rufi Etxeberria e Iñigo Iruin, además del coordinador del sindicato LAB, Rafa Díez Usabiaga, entre otros.
Los actos centrales del homenaje se desarrollaron en un estrado situado frente al consistorio, que estaba presidido por un gran cartel con una fotografía del fallecido con el texto en euskera: «La lucha continúa. Jokin adiós y honor».
Aizpurua aseguró que al hacerlo su intención fue la de dejar constancia de que el difunto compartía la última decisión de ETA de decretar un alto el fuego permanente porque opinaba que este camino llevará al País Vasco a la libertad.
Otegi afirmó ayer que Euskal Herria necesita un nuevo escenario político y «recuperar la palabra y la decisión» y anunció que, cuando lo haga, la izquierda abertzale tiene dispuesto un «proyecto nacional estratégico» para Euskadi: «la independencia y el socialismo». El portavoz de Batasuna hizo un símil con el juego del mus, al indicar que algunos sectores políticos pretenden llevar a la izquierda abertzale a «jugar a la chica», cuando lo que realmente va a hacer es «jugar a la grande para ganar», ya que una mayoría de ciudadanos vascos comparten sus mismas ideas y «contra el deseo de un pueblo no hay nada que hacer».
«Este problema no se puede resolver con la represión ni con la manipulación, porque hay que darle una solución democrática», recalcó Arnaldo Otegi, quien concluyó el acto cantando «La internacional» y el «Himno al soldado vasco».
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