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El consejo de administración de Abertis aprobó ayer el proyecto de fusión con la italiana Autostrade, que dará lugar a la primera concesionaria de autopistas del mundo con 6.700 kilómetros de autopistas, 20.000 trabajadores y una capitalización de 25.000 millones de euros. Su sede estará en Barcelona.

La relación de canje acordada en un principio de una acción de Abertis por una de Autostrade se ha visto modificada y pasará a ser de 1,05 títulos de la española por uno de la italiana, como consecuencia de la ampliación de capital liberada aprobada ayer por Abertis en su junta de accionistas y que aumenta el número de acciones en un 5%. Se mantiene, el dividendo extraordinario de 3,75 euros por acción a los actuales accionistas de Autostrade.

El martes fue el consejo de la italiana quien aprobó los términos de la fusión en una reunión que terminó con la destitución del consejero delegado de Autostrade, Vito Gamberale, quien recientemente expresó su oposición a un proyecto que la semana anterior había apadrinado en las presentaciones del acuerdo. Como consecuencia, no podrá ser covicepresidente de la compañía resultante.

El consejero delegado de Abertis, Salvador Alemany, que dijo no espera problemas de tipo político o regulatorio para sacar adelante la operación.

«La fusión sigue adelante con toda normalidad. La situación en Italia es más tranquila de lo que parece. No se percibe una oposición política radical por parte del futuro Gobierno ni de la oposición», dijo Alemany, que, no obstante, reconoció que puede haber algunas «reticencias».