La Ertzaintza detuvo ayer a 11 integrantes de Segi que se manifestaban ante la sede del PSE en Vitoria.

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Más de la mitad de los españoles acogió con «escepticismo y dudas» el anuncio de alto del fuego permanente realizado por ETA el pasado 22 de marzo y casi el 50 por ciento cree «poco» o «nada» probable que esta decisión pueda llevar a una solución definitiva al problema de la violencia en el País Vasco, según se desprende del barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), correspondiente al mes de abril, registrado ayer en el Congreso de los Diputados.

Paralelamente, son mayoría los que consideran «poco» o «nada» probable que este alto el fuego permanente sea la antesala del fin de la banda terrorista.

El estudio, que tiene un margen de error de más/menos dos puntos, se basa en 2.481 entrevistas personales y domiciliarias realizadas en 228 municipios de 49 provincias, entre el 20 y el 30 de abril, un mes después de la declaración de alto el fuego y coincidiendo con los actos de violencia callejera perpetrados en Barañain (Navarra) y Getxo (Vizcaya) los días 22 y 23 de mes pasado.

La encuesta pone de manifiesto en primer lugar que el anuncio de ETA ha dividido a la sociedad española, ya que, frente al 53,9 por ciento de los entrevistados que recibieron la noticia con escepticismo y dudas, el 43,1 por ciento la percibió «con esperanza».

En concreto, un 34,3 por ciento lo ve «poco» probable, mientras que un 15 por ciento cree que no hay ninguna posibilidad de que ETA abandone definitivamente las armas.