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El Consejo de Ministros dio ayer luz verde al informe sobre el anteproyecto de Ley del Suelo que presentó la ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo. Con la nueva normativa el Gobierno persigue un objetivo fundamental: frenar la especulación inmobiliaria. Así lo confirmó en su comparecencia ante los medios Trujillo que señaló que la finalidad de la nueva Ley del Suelo será aumentar la transparencia, paliar la especulación y fomentar la participación efectiva de los ciudadanos en los procesos sobre ordenación de la gestión del suelo. El anteproyecto aprobado ayer por el Gobierno, establece, entre otras medidas, un porcentaje mínimo del 25% de suelo destinado a la construcción de viviendas protegidas en los desarrollos urbanísticos.

En definitiva, lo que se pretende con la nueva Ley del Suelo es en palabras de Trujillo crear «más suelo para vivienda protegida, con una reserva básica mínima del 25 por ciento de todo desarrollo, y un incremento de la participación de la sociedad en las plusvalías que genere el urbanismo».

La nueva Ley del Suelo establece la primacía del derecho fundamental de los ciudadanos a una vivienda digna -recogido en el art. 47 de la Constituciónfrente a los intereses inmobiliarios privados. Para ello se fomenta la «participación efectiva» de los ciudadanos y la transparencia sometiendo a información pública todos los planes y convenios urbanísticos de manera que resulten totalmente comprensibles para los ciudadanos. Para evitar la especulación la nueva normativa garantizará que el suelo a urbanizar sea sólo el «necesario e idóneo» y un mayor porcentaje obligatorio para vivienda pública, que será del 25 por ciento.

También se establece un nuevo régimen de valoraciones que se establecerá sobre la situación real del suelo sin tener en cuenta las posibles expectativas que no se hayan concretado. Los criterios objetivos de valoración parten de la situación de que el suelo vale lo que vale dejando al margen valores especulativos el criterio es el justiprecio el valor justo de mercado», afirmó.

«La nueva ley del suelo no entra en clasificaciones del suelo ni en técnicas urbanísticas que quedan para las CCAA, sólo se establecen dos clases básicas de suelo el rural y el urbanizado», señaló Trujillo, que también aprovechó para recordar que «la Ley actual, aprobada por el Gobierno anterior, liberalizó todo el suelo permitiendo construir allí donde se quisiera, salvo en el suelo especialmente protegido, con el objetivo de abaratar el precio de la vivienda». Según la ministra de Vivienda, esta claro que esa ley ha sido «un fiasco» ya que el precio de la vivienda «en los últimos ocho años subió un 135% y el precio del suelo un 500%».