Los simpatizantes abertzales desplegaron pancartas en el salón de plenos en el momento en el que se iba a comenzar a debatir una declaración institucional a favor de la derogación de la Ley de Partidos, presentada por el PNV, a la que el PSE había presentado una enmienda a la totalidad.
A pesar de que el secretario explicó que ésta no podía considerarse técnicamente una enmienda a la totalidad, sino una propuesta o petición, la presidenta del pleno, Susana Corcuera, determinó que se votara.
Ante esta decisión, el PP optó por abstenerse por no estar de acuerdo con el procedimiento, pero sí con el contenido de la enmienda, y porque a su juicio no era el momento idóneo «por el clima existente en la sala», mientras que PNV, EA y EB no votaron al considerar que la presidenta del pleno no había actuado correctamente.
La enmienda a la totalidad fue por tanto aprobada sólo con los votos socialistas y no se procedió a debatir la declaración institucional presentada por el PNV, momento en el que unos cuarenta simpatizantes de la izquierda abertzale comenzaron a corear eslóganes en euskera como «Apartheid no», «concejales ladrones» o «democracia para Euskal Herria».
Ante estos gritos, la presidenta suspendió la sesión plenaria durante cinco minutos y la totalidad de la corporación abandonó la sala, al igual que hicieron los miembros de la izquierda abertzale minutos después.
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