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El juez de la Audiencia Nacional, Fernando Grande-Marlaska, no tomó anoche ninguna medida cautelar contra el líder de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, ni contra el resto de los dirigentes abertzales que declararon, a excepción de Joseba Permach, que tendrá que personarse a diario en el juzgado. El magistrado aceptó así el criterio de la Fiscalía, que no solicitó, como estaba anunciado, argumentando que la presentación de la Mesa Nacional de Batasuna y su comisión negociadora no buscaban los objetivos de ETA, sino «apoyar» al proceso de paz.

Arnaldo Otegi, Jon Gorrotxategi, Rufino Etxebarria, Karmelo Landa, Joseba Permach, Joseba Alvarez, Juan Cruz Aldasoro y Pernando Barrena fueron los ocho dirigentes abertzales que acudieron a la Audiencia Nacional para declarar por su presunta reiteración delictiva. Grande-Marlaska sólo tomó medidas contra Permach, quien tendrá que acudir todos los días a una comisaría de la Ertzantza. Todos quedaron en libertad.

El magistrado adoptó esta decisión después de que la Fiscalía considerara que con sus actuaciones los dirigentes de Batasuna no pretendían contribuir a los fines de ETA, sino «apoyar la situación actual de cese de violencia y la consecución de la misma con carácter definitivo».

El juez imputa a Permach un delito de amenazas terroristas por las declaraciones hechas el pasado día 25 en una entrevista a Radio Euskadi, en las que dijo que «si alguno de los miembros de la Mesa Nacional de Batasuna resultan encarcelados la semana próxima, el proceso (de paz) entrará en una situación de bloqueo».