La conferencia de prensa celebraba en Pamplona por la mesa nacional de Batasuna fue suspendida por orden del juez Grande-Marlaska.

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AGENCIAS-PAMPLONA
Agentes del Cuerpo Nacional de Policía, acompañados de un secretario judicial, interrumpieron ayer en Pamplona una rueda de prensa de Batasuna, atendiendo una orden de prohibición del acto emanada del juzgado de Instrucción Número Cinco de la Audiencia Nacional, cuyo responsable es el juez Fernando Grande-Marlaska.

La organización ilegalizada había convocado a los medios de comunicación a las 11 de la mañana en el Hotel Tres Reyes de la capital navarra a fin de presentar una campaña de apoyos a un documento presentado en mayo para «afianzar el proceso democrático en Navarra». Según explicó el dirigente de Batasuna Pernando Barrena a la prensa, la sala del citado hotel había sido alquilada a su nombre.

Sobre las 11'15 horas irrumpieron en la sala del hotel dos agentes de Policía Nacional y un inspector judicial, que entregaron a Barrena una providencia del Juzgado la Audiencia Nacional cuyo titular es Grande-Marlaska, que ordenaba que se impidiera ese acto, en virtud del auto de suspensión de actividades que fue decretado en su día sobre Batasuna.

Tras una breve conversación entre Barrena y los agentes, los participantes en la rueda de prensa -miembros de Batasuna en una decena de localidades navarras-, dieron por finalizada la comparecencia ante los medios.

Ya en el exterior del hotel, Barrena declaró que la actuación del juez Grande-Marlaska «no se corresponde en absoluto con los tiempos políticos que se están viviendo en este país».

«Nadie, en su sano juicio puede comprender a estas alturas que cuando todos los agentes políticos del país han mostrado disposición a hablar con todos, incluida Batasuna, un juez se dedique a este tipo de labor de sabotaje de las condiciones que se están creando para afianzar este tipo político y para que verdaderamente podamos conocer un nuevo escenario de soluciones a la mayor brevedad posible».