Miles de personas se concentraron ayer en varias ciudades españolas, en el noveno aniversario del asesinato de Miguel Àngel Blanco, para reivindicar el espíritu de Ermua frente a la «claudicación» que entienden que el actual Gobierno está haciendo ante ETA, bajo el lema «Rendición, en mi nombre no».
Miles de personas se reunieron frente al Monumento de la Constitución en Madrid con una amplia representación del PP, liderada por su secretario general, Angel Acebes, y la presidenta de la Comunidad madrileña, Esperanza Aguirre.
Convocados por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), el Foro de Ermua, la asociación Rosas Blancas por la dignidad y la Fundación por la Defensa de la Nación Española, y con numerosa presencia de representantes del PP, los manifestantes se concentraron en las principales plazas y lugares significativos de veintidós ciudades españolas.
En las distintas concentraciones, el denominador común fueron los gritos contra el Gobierno y a favor de la unidad de España, la presencia de numerosas banderas españolas y la comparación -en los manifiestosentre la firmeza contra ETA de 1997 y lo que ahora se considera «claudicación» ante la banda.
Alicante, A Coruña, Badajoz, Barcelona, Bilbao, Cáceres, Granada, Huesca, Lugo, Madrid, Murcia, Orense, Oviedo, Palencia, Salamanca, Santander, Sevilla, Valencia, Valladolid, Vigo, Vitoria y Zaragoza, fueron las ciudades en las que se celebraron las concentraciones.
En medio de banderas españolas y de consignas como «Zapatero, cómplice de ETA», «11-M, golpe de estado» o «Acebes no mintió», los representantes de las asociaciones convocantes leyeron manifiestos en los que hicieron hincapié en el «proceso de claudicación» que supone el diálogo con ETA, y pidieron que los partidos demócratas vuelvan a estar unidos.
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