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EFE-BARCELONA
El presidente catalán, Pasqual Maragall, confirmó ayer ante el Parlament que el próximo 1 de noviembre, festividad de Todos los Santos, se celebrarán las elecciones catalanas, fecha que comunicó por la mañana al Rey. Maragall afirmó ayer en el Parlament que, como legado, deja una Catalunya «cambiada y más fuerte».

«Ahora aquello que hagamos y seamos dependerá de nosotros», remarcó Maragall, quien cree que Catalunya se ha convertido con el nuevo Estatut en la «comunidad política de Europa que tiene un mayor reconocimiento, más competencias y recursos para abordar su desarrollo, más incluso que algunos pequeños Estados».

En su discurso de despedida ante el Parlament, Maragall despejó definitivamente las incógnitas sobre una fecha electoral -un miércoles festivo- que ha generado el rechazo de CiU y PPC, y que el miércoles causó diferencias con el PSC por desconocer la decisión del presidente catalán, al que no obstante ayer por la mañana José Montilla dio su pleno respaldo al margen de cuál fuese la fecha escogida.

En sus quince minutos de intervención, Maragall hizo balance de la legislatura, y se mostró convencido de que, en estos «mil días» de gobierno de izquierdas, Catalunya ha cambiado y su autogobierno ha alcanzado la mayoría de edad».