Los representantes del Gobierno y de los agentes sociales posan tras el acuerdo.

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La Sala de Tapices del Palacio de la Moncloa fue el escenario ayer del nuevo acuerdo entre el Ejecutivo y los gentes sociales.En esta ocasión se trató de la reforma del sistema de seguridad social, un acuerdo que, según Zapatero, «adapta la Seguridad Social a los cambios que experimenta la sociedad española» y que el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, definió con una palabra: «modernidad».

El acuerdo fue suscrito pocos minutos después de las doce y media, además de por el ministro de Trabajo, por el vicepresidente de Cepyme, Enrique Martínez; y los máximos dirigentes de CEOE, CCOO y UGT, José María Cuevas, José María Fidalgo y Cándido Méndez. Un acuerdo que, según destacó Zapatero, se enmarca en «una política dirigida hacia el mayor progreso y modernidad de España» cuyos frutos «están ahí, más de 20 acuerdos sobre aspectos tan importantes como la temporalidad laboral o la inmigración... y hoy nos convoca la Seguridad Social, algo de que de una u otra forma afecta a todos los ciudadanos». «Algo que debemos proteger porque nos protege a todos», sentenció.

El presidente del Gobierno aprovechó su intervención en el acto de la firma para anunciar que el Consejo de Ministros aprobará mañana una dotación de 3.800 millones de euros al Fondo de Reserva de la Seguridad Social.

El presidente del Gobierno destacó se trata de una reforma que «adapta la seguridad social a los cambios que experimenta la sociedad española, para potenciar la dimensión social que corresponde a un país avanzado con un alto componente de solidaridad interna» y que se trata del primer acuerdo en esta materia «en 20 años que suscribimos todos los implicados en la protección social». Al igual que hizo el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Zapatero señaló que el acuerdo adapta el sistema a los cambios demográficos y sociales, «reforzando el equilibrio del sistema» y es también «positivo para la competitividad y la creación de empleo».