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El Tribunal Supremo (TS) ha absuelto al ceutí Hamed Abderrahmán Ahmed, «Hmido», conocido cono el «talibán español», del delito de integración en banda armada (Al Qaeda) por el que fue condenado a 6 años de cárcel por la Audiencia Nacional, al estimar que esa condena se produjo sin pruebas suficientes.

El Supremo ordena la puesta en libertad inmediata de «Hmido», lo que se produjo el pasado 20 de julio, día en el que salió de la prisión de Algeciras en la que estaba recluido, según informaron a Efe fuentes de Instituciones Penitenciarias.

«Se está en un total vacío probatorio de cargo», señala la sentencia de la Sala de lo Penal del TS, que estima el recurso interpuesto por el ceutí, quien fue entregado a España por Estados Unidos el 13 de febrero de 2004 tras permanecer dos años en la base norteamericana de Guantánamo (Cuba).

La sentencia del TS, que anula la de la Audiencia Nacional, indica que «existió una vulneración del derecho a la presunción de inocencia del recurrente».

Para el TS, «la sentencia condenatoria no supera, ni con mucho, el canon de 'certeza más allá de toda duda razonable' que es exigible a toda condena como con reiteración tiene declarado el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), nuestro Tribunal Constitucional y esta propia Sala».

La sentencia del TS recuerda que los hechos se refieren a que «Hmido» «efectuó un viaje desde Ceuta hasta Afganistán en julio de 2001 con el fin de recibir entrenamiento para realizar la 'Yihad' y desde Teherán viajó en taxi hasta aquel país, siendo ayudado por miembros talibanes».

«Una vez en Kandahar fue adoctrinado sobre la 'Yihad' (..) y entrenado físicamente recibiendo enseñanza teórica y práctica del manejo de armas y -se añade en la sentencia- tras los sucesos del 11 de septiembre de 2001, y ante la inminencia de la intervención del Ejército de los Estados Unidos en Afganistán, huyó a Pakistán».

En Pakistán fue capturado por militares paquistaníes, permaneciendo detenido dos meses en distintos lugares hasta que fue entregado a fuerzas militares americanas, quienes le trasladaron a la base de Guantánamo, donde permaneció recluido hasta el 13 de febrero de 2002 y el 13 de febrero de 2004 fue entregado a las autoridades españolas.