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El etarra Francisco Javier García Gaztelu, 'Txapote', sigue provocando incidentes en cada juicio que protagoniza. Esta vez el juez se vio obligado a ordenar a los agentes de la sala que le esposaran y custodiaran, junto a los otros procesados, tras negarse de nuevo a declarar.

Los incidentes comenzaron poco antes, cuando el terrorista José Ignacio Guridi Lasa entró a declarar como testigo. Se sentó de rodillas, dando la espalda al tribunal, por lo que los policías le obligaron a darse la vuelta.

Este es el cuarto juicio de 'Txapote' y en todos los anteriores ya había provocado altercados. Esta vez se le juzgaba por el atentado contra la discoteca Txitxarro, de la localidad guipuzcoana de Deba, en septiembre de 2000. Junto al terrorista, están procesados Aitor Aguirrebarrena Beldarrain y Asier Arzalluz Goñi. Ninguno de ellos quiso declarar para no «formar parte de este teatro», como dijo.

Alfonso Guevera, presidente del tribunal, reaccionó a la actitud desafiante de los terroristas ordenando a las fuerzas de seguridad que les esposaran y custodiaran en el interior de la mampara de seguridad, para impedir faltas de respeto al tribunal y para dar ejemplo a la sociedad. Los tres terroristas pasaron el juicio hablando entre ellos e ignorando al tribunal.

Los problemas en esta sesión comenzaron cuando Guridi Lasa debía declarar como testigo, pero se negó a abrir la boca. Se sentó de rodillas y de espaldas al tribunal, por lo que el juez ordenó a los agentes que le levantaran y le dieran la vuelta. El etarra bajó la cabeza, mientras era sujetado por los dos policías.

En su declaración policial, Guridi Lasa admitió que 'Txapote' dio la orden de cometer el atentado, le captó para ETA y le pidió que crease un comando. La Fiscalía solicita 44 años de prisión para cada uno de los tres acusados por considerar probada su participación «sin la más mínima duda».