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El curso político comienza con las espadas en todo lo alto. Tanto el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, como el líder del PP, María Rajoy, presidieron ayer sendas reuniones de las Ejecutivas de sus partidos en las que marcaron las directrices políticas para los próximos meses. Tras la reunión de la cúpula socialista, el secretario de Organización del partido, José Blanco, advirtió al PP que este curso comenzará a pagar su «política de crispación» y calificó a Rajoy de «líder provisional».

Según el dirigente socialista, ya en las elecciones catalanas del próximo 1 de noviembre los populares «comenzarán a pagar su política de crispación y enfrentamiento», que les conducirá a controlar «menos comunidades autónomas y menos Ayuntamientos» en las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2007.

Un Rajoy que en su intervención ante los medios anunció una ofensiva contra el Gobierno en el Congreso de los Diputados, en la que exigirá explicaciones por la inmigración, los incendios y el caos de El Prat.

En este sentido, y con estas previsiones en el horizonte, Blanco afirmó que este curso político «va a resultar positivo para casi toda la sociedad española, salvo para los líderes del PP».

Blanco centró parte de su intervención en la figura de Mariano Rajoy, al que en tono irónico felicitó por sus tres años al frente del PP «llenos de éxito personal». En ellos, señaló Blanco, Rajoy «ha conseguido perder las elecciones las generales, las europeas, las gallegas y 120.000 votos en Euskadi». También le calificó de «líder provisional» y le atribuyó el dudoso mérito de batir el «récord», al ser el líder político peor valorado de la historia de la democracia. «Eso sí es eficacia, haber conseguido pasar de la mayoría absoluta a la absoluta oposición», afirmó en tono irónico. Y del otro lado fue el propio Rajoy quién se presentó ante los medios para informar sobre las líneas maestras de la estrategia popular para este curso político. Una estrategia que anuncia conferencias sobre economía, inmigración, delincuencia y la eficacia de la Administración.

Y como medida más inmediata, propondrá una ofensiva en sede parlamentaria en la que el PP solicitará al Gobierno explicaciones por todos los temas que han levantado la polémica durante este verano, especialmente en lo relativo a la avalancha de inmigrantes ilegales, los incendios en Galicia y el caos vivido en el aeropuerto de El Prat. Temas que «han puesto en evidencia la incompetencia del Gobierno», señaló Rajoy, líder de la oposición.