El lehendakari saluda al grupo de especialistas en materia de paz en la sede de Presidencia del Gobierno vasco.

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El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, aseguró ayer, en su discurso con motivo de la presentación de la Memoria de la Fiscalía en la apertura del Año Judicial, que «la legítima esperanza de un final definitivo» de la violencia terrorista de ETA «no afectará al afán cotidiano» del Ministerio Fiscal «en la defensa de Estado de derecho, lo que significa aplicar la ley como expresión de la voluntad popular». En este sentido, el máximo representante de la Fiscalía resaltó que durante 2004 y 2005 se impusieron 305 condenas a terroristas, que se suman a las 38 sentencias condenatorias en lo que va de año.

Para el fiscal general del Estado, el proceso de paz abierto tras el «alto el fuego permanente» de ETA produce una «legítima esperanza» de llegar a «un final definitivo», pero que se debe tomar con «cautela, paciencia y prudencia». En todo caso, esta esperanza, garantizó, no «afectará a nuestro afán cotidiano en la defensa del Estado de derecho, lo que significa aplicar la ley como expresión de la voluntad popular».

El fiscal general del Estado resaltó que «uno de los problemas más graves» que vive la sociedad española es el terrorismo, lo que «representa el motivo más acuciante de la actuación del fiscal». «La crueldad sin límites» del terrorismo «no nos ha permitido vacilaciones a la hora de desplegar todos los instrumentos del Estado de derecho», afirmó Conde-Pumpido, que añadió que el final del proceso «sólo será la derrota del terrorismo y la preservación de la democracia».