Juan Carlos Rodríguez Ibarra, presidente de la Junta de Extremadura, en conferencia de prensa ayer en Mérida.

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AGENCIAS-MÉRIDA
El presidente de la Junta de Extremadura y secretario general de los socialistas extremeños, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, anunció ayer que no se presentará a la reelección en las próximas elecciones autonómicas. «Todo tiene un límite y esta etapa mía ha llegado a su fin», dijo Rodríguez Ibarra, que hizo pública su decisión en una rueda de prensa celebrada en la sede regional del PSOE en Mérida, después de comunicársela el lunes a su secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, en una comida en La Moncloa.

El líder de los socialistas extremeños no quiso pronunciarse en la rueda de prensa sobre quién podría sustituirle como candidato, pero explicó que hoy participará en una reunión de la Comisión Ejecutiva regional del PSOE y dirá «quién puede ser el hombre o la mujer tener ese empuje, esa fuerza para coger el relevo», dijo.

Según Ibarra, que regresará a la vida privada definitivamente para retomar su puesto de profesor titular universitario de Filosofía, tras 24 años como presidente de la Junta de Extremadura, Rodríguez Zapatero aceptó su renuncia con agradecimiento por el servicio prestado a España, a Extremadura y al PSOE.

«Voy al limbo», afirmó ayer Rodríguez Ibarra, tras reconocer que tomar esta decisión ha sido «muy difícil» y «uno de los mayores dilemas éticos de mi vida», pero añadió que «aunque cuesta, uno se puede ir de la política».

Según explicó, Extremadura tiene un camino por delante con los objetivos bastante identificados, un camino que, no obstante, «no es fácil ni nunca lo será» y que para recorrerlo, se necesitan «ganas, fuerzas y salud».

«Yo tengo ganas y fuerzas, pero curiosamente eso que no tengo me perjudica, porque cuanto más ganas y más fuerzas le echo, más temo por mi salud que no es lo que era», dijo Ibarra, quien aseguró que, tras el infarto agudo de miocardio que sufrió el 7 de noviembre del año pasado, «tengo buena salud, pero sé cuáles son las circunstancias que pueden quebrarla».

Por eso, aseguró que «ha llegado el momento de decir adiós a mi responsabilidad institucional, que no a mi dedicación humana y personal con Extremadura, que esa siempre va a existir».

Señaló que será «una voz más» en el proceso de elección y «cuando mi partido decida cuál es la persona que debe aspirar a representar a Extremadura desde las siglas del PSOE, me sentaré en el asiento de atrás y no hablaré».

Resaltó que dentro del PSOE extremeño hay muchas posibilidades, tanto es así que «si hubiera tenido una gran duda de que yéndome mi partido no tuviera 'chance' de ganar las elecciones, seguramente no lo hubiera hecho».

Preguntado por el consejero de Sanidad y Consumo, Guillermo Fernández Vara, Ibarra precisó que la pasada semana dijo de él que podría ser un buen candidato, porque fue por quien le preguntaron, pero que habría dicho lo mismo si le hubieran preguntado por cualquier otro miembro de su Consejo de Gobierno, al considerar que todos y cada uno de ellos son «magníficos».

Rodríguez Ibarra, que accedió a la Presidencia de la Junta de Extremadura en 1982 y fue reelegido en 1983, 1987, 1991, 1995, 1999 y 2003, continuará como secretario general del PSOE extremeño hasta que, tras las elecciones del próximo año, se celebren los congresos en su partido.