Salvo el PP, todas las fuerzas políticas del Congreso se comprometieron ayer a colaborar con el Gobierno en la elaboración de una política común de inmigración, aunque grupos como el de CC-NC se mostraron escépticos sobre algunas de las propuestas aportadas por el Ejecutivo.
El texto, que incorpora tanto ideas del Gobierno como de los grupos políticos para ordenar los flujos migratorios y evitar la inmigración irregular, propone crear una subcomisión parlamentaria de estudio, evaluación y formulación de una política migratoria común.
Los portavoces parlamentarios se entrevistaron en el Congreso con la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, quien les entregó un documento de nueve páginas con las bases para conformar una política común migratoria y evitar que esta cuestión sea un elemento de confrontación política.
Sin perjuicio de las reformas legales y reglamentarias que pueda proponer la subcomisión, el Gobierno abordará la trasposición de directivas de inmigración, refugio y asilo y la reforma de la ley del Poder Judicial para establecer el principio de persecución universal de los delitos relativos al tráfico de seres humanos. Tras las reuniones por separado con los portavoces, Fernández de la Vega dijo que la subcomisión acordada entre todos los grupos, salvo el PP, es un «gran paso» para sentar las bases de una política común a favor de una inmigración «legal y ordenada».
La vicepresidenta destacó el deseo del Gobierno y de los grupos de «caminar juntos» para consensuar medidas contra la inmigración ilegal, sin renunciar a alcanzar un pacto de Estado.
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