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EFE-BARCELONA
El candidato de CiU a la Generalitat, Artur Mas, auguró ayer «una crisis política» con repercusión social si vence el 1-N y el tripartito le impide gobernar, lo que le ha valido las críticas del resto de partidos, como el PSC, que le ha acusado de cuestionar la legalidad vigente.

Mas ha centrado la polémica de la jornada al asegurar que «si en nuestro propio país no podemos gobernar aunque ganemos las elecciones, llegaremos a la conclusión de que no se nos quiere dejar gobernar y esto, desde un punto de vista democrático, no es muy normal. Quizá sea legal pero no sé si es legítimo». «Si ganamos las elecciones, tenemos derecho a poder formar gobierno, y si no nos dejan formar gobierno incluso ganando las elecciones, evidentemente en este país se produciría una crisis política, porque CiU llegaría a la conclusión de que haga lo que haga, aun portándose bien cuando está en la oposición, no se le deja gobernar», advirtió.

La jornada electoral catalana ha destacado también por la presencia en Barcelona del líder del PP, Mariano Rajoy, quien ha hecho un llamamiento desde el Salón del Tinell -donde pactó el tripartito- a «servir a toda la sociedad» y a «defender una democracia limpia, real y sin exclusiones de nadie».

Desde las filas del PSC, su secretario de organización, José Zaragoza, ha acusado al candidato de CiU de no cumplir las «reglas democráticas» y de «cuestionar» la legalidad «cuando amenaza con no respetar el resultado electoral», un «estilo mexicano» de hacer política que asocia «con López Obrador», que se proclamó «presidente legítimo» a pesar de no serlo.

Por su parte, el secretario general de ERC, Joan Puigcercós, ha lamentado que Mas vea como imprescindible que él esté en el próximo gobierno catalán para que no haya una crisis política, y ha advertido de que su actitud «prepotente» y «sectaria» le recuerda a la del PP tras el 11-M.

Asimismo, el candidato de ICV-EUiA, Joan Saura, ha acusado a Mas de «incumplir» el Estatut y de «intentar buscar legitimidades al margen de lo que dice la ley», y le ha pedido «que se prepare» para una «crisis de liderazgo» en CiU si se queda fuera del gobierno catalán.

También el candidato del PP catalán, Josep Piqué, ha criticado al candidato de CiU, de quien ha dicho que «sólo acepta las reglas del juego cuando le convienen, y no puede ser que tengamos un presidente que sólo acepta las reglas cuando le conviene».

El candidato del PSC a la Generalitat, José Montilla, se ha postulado como el «único» que «puede ser presidente de un gobierno progresista y derrotar a Artur Mas (CiU) y a la derecha», y ha alertado de que todos los votos de progreso que no vayan al PSC «pueden favorecer el triunfo» de Convergencia.

En un acto de apoyo a Montilla organizado por Ciutadans pel Canvi (CpC) y la plataforma 'Montilla President', el candidato socialista ha subrayado que necesita «todos los votos progresistas» para vencer a la «derecha» el 1 de noviembre, al tiempo que ha dado un «toque de alerta» ante el peligro de la «diversidad de la izquierda».