Mariano Rajoy cambia impresiones con Manuel Fraga en la reunión de ayer del PP en el Senado.

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El presidente del PP, Mariano Rajoy, ofreció ayer al Gobierno un acuerdo para «presionar» a ETA con el objetivo de que abandone la violencia, pero no para «negociar políticamente con una organización terrorista».

Insistió en que «por duro que suene, hay que decir la verdad» que, a su juicio, es que «no hay ningún proceso de paz», sino «un proceso de negociación política donde se habla de la autodeterminación, de mesas de partidos y de lo que se puede hacer con Navarra».

En declaraciones a los periodistas antes de presidir una reunión con el Grupo Parlamentario Popular del Senado, Rajoy añadió que si ETA «no acepta la presión», el acuerdo debe servir entonces para «hacer cumplir la ley y utilizar los instrumentos del Estado de Derecho para que los ciudadanos puedan recuperar su libertad».

Aseguró que es «sorprendente» que el Gobierno «tienda un tupido velo» sobre el robo de 350 pistolas en Francia, y explicó que lo que existe en realidad es un «proceso de negociación política», porque «hablar del proceso de paz cuando nos encontramos con una organización que acabe de cometer ese robo suena a broma pesada».

«Es un chiste hablar de proceso de paz cuando sigue la extorsión, cuando sigue la violencia callejera, el terrorismo urbano, y cuando ETA no ha manifestado ninguna voluntad de disolverse como organización criminal», manifestó Rajoy.

El líder del PP recalcó que, para que exista un proceso de paz, deben cumplirse dos requisitos: «primero que termine la negociación política y, segundo, que el Gobierno le exija a ETA que deje de matar y que ETA deje de hacerlo».

«Y yo lo que le digo al Gobierno es que este partido, que cree que es bueno que haya consenso sobre temas fundamentales, piensa que en este tema es capital que haya acuerdo, pero el acuerdo no puede ser para negociar políticamente con una organización terrorista», pormenorizó Mariano Rajoy.

El líder del PP subrayó que ese acuerdo «tendrá que ser para presionar a esa organización terrorista y, si no acepta la presión, para hacer cumplir la ley y utilizar los instrumentos del Estado de Derecho para que los ciudadanos puedan recuperar su libertad, y entonces estaremos hablando de paz».

Rajoy recordó que la «diferencia más importante« entre la tregua que ETA declaró en 1998 y la de ahora es que el Gobierno del PP «no tenía ninguna intención de negociar políticamente con ETA» porque hubiera supuesto «reconocer que el terrorismo es un instrumento válido para hacer política, y eso es inaceptable».

Además, Rajoy reiteró que la primera tregua «fue producto del acuerdo entre el PNV y ETA», y la actual «llega como consecuencia de unos contactos previos entre emisarios o representantes del Gobierno y representantes de ETA».

Rajoy volverá a preguntar hoy en el Congreso al jefe del Gobierno por el proceso de paz para conocer su opinión sobre el papel en él del Poder Judicial.