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El Gobierno elevó ayer sus previsiones de crecimiento y empleo hasta 2009, incluida la de este año con un aumento del Producto Interior Bruto (PIB) del 3,8 por ciento, el mayor en seis años, y calculó un nuevo superávit histórico de las Administraciones Públicas, del 1,4 por ciento del PIB.

Según el Gobierno, la economía española mantiene un crecimiento «robusto», un punto superior al de la media europea, y además muestra un perfil «más equilibrado», puesto que se prevé un aumento más moderado de la demanda interna y una menor aportación negativa del sector exterior.

En la revisión del Programa de Estabilidad 2006-2009, que aprobó ayer el Consejo de Ministros para remitirlo a la Comisión Europea, el Ejecutivo decidió, «en consonancia con el mayor dinamismo de la actividad económica», elevar las previsiones del cuadro macroeconómico de julio, en las que preveía un crecimiento cuatro décimas inferior y un superávit cinco décimas menor.

Para el año que viene, el Ejecutivo prevé asimismo un aumento del PIB dos décimas superior a su anterior estimación y calcula un saldo positivo de las cuentas públicas del 1 por ciento del PIB, frente al 0,7 por ciento calculado inicialmente.

La vicepresidenta del Gobierno, Mª Teresa Fernández de la Vega subrayó que el crecimiento del 3,8% será el mayor en seis años y destacó que estos datos «excelentes» ratifican la «buena marcha» de la economía española, así como el hecho de que las cuentas públicas están «en orden y saneadas».

En el cuadro macroeconómico aprobado ayer está previsto que el crecimiento será cada vez más equilibrado, con una progresiva desaceleración de la demanda interna, que este año aumentará el 4,8%, mientras en 2007 lo hará un 4,3%, y se incrementará el 4,1 y el 4% los dos ejercicios siguientes.

Según el Gobierno, la demanda interna sigue impulsada por la confianza de los agentes económicos, los flujos de inmigrantes, el aumento de la tasa de actividad femenina, la creación de empleo y los tipos de interés que, pese a todo, aún están «bajos en términos reales».

Por su parte, la aportación negativa al crecimiento del sector exterior irá siendo menor y pasará de haber restado al aumento del PIB 1,7 puntos el año pasado a hacerlo este ejercicio 1,1 puntos.