La Junta de Andalucía ha anunciado que aplicará medidas severas contra la explotación de la que salió el producto.
Tras la noticia, la ministra Elena Salgado aseguró que no hay alerta sanitaria, ni riesgo para la salud en el consumo de pimiento, por lo que no se paralizará su comercialización, y tan sólo serán inmovilizadas las partidas afectadas.
La información llegó a través de las autoridades alemanas, que avisaron a las españolas de la existencia de unas partidas de pimientos procedentes de Almería con presencia de un plaguicida ilegal. «Se hicieron los análisis habituales por parte de las inspecciones sanitarias y en nueve muestras se encontraron restos de un pesticida no permitido. Se ha informado a las autoridades españolas para que verifiquen esta información y de ser así, qué lotes pudieron salir de esa explotación para proceder a su inmovilización», apuntaba el comunicado germano.
Tras la incertidumbre inicial sobre el alcance del problema, finalmente la ministra Salgado aseguró que no hay ni alerta sanitaria ni riesgo para la salud si se produce un consumo de pimientos. Por ello no se retirará el producto del mercado y tan sólo se inmovilizarán las partidas contaminadas «allí donde estén».
«En opinión de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria, habría que alimentarse únicamente de pimientos y durante un tiempo para tener algún problema», apuntó la ministra, y que en este caso «no se trata de una alerta en términos europeos» y comentó que las explotaciones de este tipo de productos suelen ser pequeñas y por ello afectará a una parte muy poco significativa de la producción. El gobierno andaluz anunció actuaciones duras contra los agricultores que hayan usado este pesticida, de origen chino, y confirmó que llegarían incluso al cierre de las explotaciones que lo utilizaran para el cultivo de productos agrícolas.
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