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El desempleo bajó en 30.600 personas en 2006, lo que situó el número total de parados en 1.810.000 y la tasa de paro en el 8,3 por ciento de la población activa, la más baja de cierre de ejercicio desde 1979, según la EPA del cuarto trimestre que difundió ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El desempleo masculino subió en 3.500 personas en el cuarto trimestre, pero se redujo en 57.400 respecto a 2005 (el 6,99 por ciento menos) hasta dejar 763.800 parados, el 6,06 por ciento de la población activa.

Según la Encuesta de Población Activa (EPA), en 2006 se crearon 687.600 puestos de trabajo, lo que permitió, por primera vez en la serie histórica, superar los veinte millones de ocupados (20.001.800 personas). La población activa se situó al final de 2006 en 21.812.400 personas (el 58,58 por ciento de la población), 151.700 más que las contabilizadas en el tercer trimestre y 656.900 más que un año antes (el 3,11 por ciento más).

Según el INE, la tasa de actividad de la población española ha mejorado casi tres décimas respecto a 2005, hasta situarse en el 56,41 por ciento, mientras que la tasa de actividad entre los extranjeros residentes en España alcanza el 77,64.

Entre las mujeres, aumentó en 42.100 personas entre octubre y diciembre y en 26.800 en el conjunto del año (el 2,63 por ciento), hasta dejar 1.046.900 desempleadas, el 11,36 por ciento de la población activa. Sin embargo, la creación de empleo fue mayor entre las mujeres: éstas ocuparon 134.300 empleos más que en los tres meses anteriores, frente a los 28.100 trabajos menos que fueron ocupados por hombres.

De esta forma, al finalizar 2006, había 11.831.300 ocupados y 8.170.500 ocupadas, con lo que la tasa de actividad masculina subió al 69 por ciento y la femenina se elevó hasta el 48,56 por ciento.

En el conjunto del año, sólo se destruyó empleo en la agricultura (84.900 empleos menos), mientras que se crearon 540.900 puestos de trabajo en el sector servicios, 200.300 empleos en la construcción y 31.300 en la industria.

Así, entre 2005 y 2006, la tasa de temporalidad aumentó cinco centésimas y se situó en el 33,82 por ciento de los asalariados.