Miles de asistentes a la concentración, a su paso por la madrileña plaza de Cibeles.

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Miles de personas exigieron ayer en Madrid la «derrota» de ETA y rechazaron cualquier diálogo con la banda en una manifestación convocada por el Foro Ermua a la que asistió la plana mayor del PP y que se desarrolló entre constantes gritos contra el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Al término de la marcha, la aglomeración era tal que los organizadores tuvieron que abrir un pasillo de unos dos metros de ancho para que los miembros del Foro de Ermua, las víctimas del terrorismo y los políticos pudieran acceder al escenario montado bajo la puerta de Alcalá.

Lemas como «Zapatero, dimisión» o «Zapatero, embustero» fueron los más coreados por los manifestantes, que ya se congregaban a miles en la plaza de Colón media hora antes de las cinco de la tarde, cuando estaba previsto que arrancara la marcha, y que llenaban también la Puerta de Alcalá, punto final de la misma, mucho antes de que la cabecera hubiera podido alcanzarla.

El presidente del Foro de Ermua, Mikel Buesa, que durante la marcha fue preguntado por los gritos contra el presidente del Gobierno, dijo que éstos «deberían ser aceptables en una sociedad democrática» y afirmó que los organizadores en ningún momento solicitaron que no hubiera protestas contra Zapatero, «sólo que no hubiera insultos», dijo.

Por su parte, el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, afirmó que la manifestación es la que «de manera más evidente» se ha convocado «en contra del Gobierno» y destacó el hecho de que hubiera más gritos contra Zapatero que contra ETA.

Allí, Conchita Martín, viuda del comandante Blanco, primera víctima mortal tras la ruptura de la anterior tregua de ETA, y Antonio Aguirre, ex dirigente y actual militante del PSE-EE y miembro del Foro Ermua, dieron lectura a un manifiesto en el que se exige el «abandono de cualquier horizonte de final dialogado de ETA«.